EL STATUS
¿Quién
eres?, la mayor parte de la gente responde con su
nombre
o apodo. Sin embargo, ni el nombre ni el apodo constituyen la
identidad
más íntima de una persona.
La identificación con una figura paterna o
materna es un proceso normal en el desarrollo del niño. La deficiencia
acontece cuando ese
niño no logra deshacerse de dicha identificación en etapas ulteriores
de su evolución.
La riqueza y, en general,
las propiedades, suelen formar parte del status, al
mismo tiempo se utiliza
como medios para obtener otros beneficios.
Dada su eficacia y su
objetividad tan claramente
detectable, los bienes económicos se han convertido en la meta
final de muchas personas.
El
status es fuente de aprecio y de reconocimiento, la gente suele estar
ansiosa
por adquirir un mayor status, lo cual puede ser completamente sano, siempre y
cuando
no se altere una correcta jerarquía de valores y no se despoje al núcleo de
identidad
personal
de sus derechos.
FUNCIONES DESEMPEÑADAS
La ocupación estable de una persona le da ciertas características
que luego tiende
a defender como algo muy
propio y personal. Hay personas que se ofenden si no lo llaman
Ingeniero, Doctor o
Licenciado.
La
consecuencia es lógica, el trato interpersonal se convierte en un trato
puramente funcional,
que
deja a un lado las necesidades más íntimas de esas personas.
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