martes, 14 de abril de 2015

STATUS

EL STATUS
¿Quién eres?, la mayor parte de la gente responde con su
nombre o apodo. Sin embargo, ni el nombre ni el apodo constituyen la
identidad más íntima de una persona. 
La identificación con una figura paterna o
materna es un proceso normal en el desarrollo del niño. La deficiencia acontece cuando ese
niño no logra deshacerse de dicha identificación en etapas ulteriores de su evolución.

La riqueza y, en general, las propiedades, suelen formar parte del status, al
mismo tiempo se utiliza como medios para obtener otros beneficios.
 Dada su eficacia y su
objetividad tan claramente detectable, los bienes económicos se han convertido en la meta
final de muchas personas. 
El status es fuente de aprecio y de reconocimiento, la gente suele estar
ansiosa por adquirir un mayor status, lo cual puede ser completamente sano, siempre y
cuando no se altere una correcta jerarquía de valores y no se despoje al núcleo de identidad
personal de sus derechos. 

FUNCIONES DESEMPEÑADAS

La ocupación estable de una persona le da ciertas características que luego tiende
a defender como algo muy propio y personal. Hay personas que se ofenden si no lo llaman
Ingeniero, Doctor o Licenciado.
La consecuencia es lógica, el trato interpersonal se convierte en un trato puramente funcional,
que deja a un lado las necesidades más íntimas de esas personas.





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